¿Qué está pasando hoy con las instituciones educativas en América Latina? En un escenario marcado por transformaciones sociales profundas, desigualdad estructural y crecientes demandas hacia el sistema educativo, la escuela se ha convertido en un espacio donde se condensan tensiones, malestares y también posibilidades de construcción colectiva. La necesidad de revisar qué sucede en las aulas, en los vínculos y en las formas de enseñar y aprender se vuelve cada vez más urgente.
Uno de los temas más preocupantes y relevantes que atraviesa a las instituciones educativas de la región es el de la convivencia escolar. Las aulas se han vuelto lugares donde emergen conflictos diversos, entre ellos, peleas entre pares, desafíos a la autoridad pedagógica, tensiones con las familias e incluso la creciente presencia del ciberacoso, un fenómeno que desborda los límites físicos de la escuela.
Según datos de la Unesco (2025), uno de cada tres estudiantes en el mundo ha sufrido acoso escolar, más del 36 % se ha involucrado en peleas físicas, y uno de cada diez ha sido víctima de ciberacoso.
Frente a este complejo escenario surgen interrogantes clave: ¿cómo abordar la violencia en la escuela sin reducirla a un problema individual? ¿Qué estrategias pueden fortalecer los vínculos en lugar de debilitarlos?
Desde la psicología educacional se proponen intervenciones psicoeducativas situadas, participativas y restaurativas, que promuevan la mediación, la escucha activa y la participación de los y las estudiantes en la construcción de normas colectivas. A más de una década de implementación, también se analizan críticamente los dispositivos institucionales como los Acuerdos y Consejos Escolares de Convivencia, identificando avances y limitaciones en su aplicación real.
Estos serán algunos de los debates presentes en el IX Congreso Internacional de Psicología del Tucumán, que se llevará a cabo el 16 y 17 de octubre con la participación de investigadoras e investigadores de Argentina y de Brasil. Allí se presentarán simposios que, desde una perspectiva psicosocial, abordan fenómenos educativos complejos vinculando subjetividad, trabajo, vínculos y contextos.
Los aportes reunidos muestran también cómo los malestares escolares muchas veces se traducen en diagnósticos individuales o medicalización de los estudiantes, sin atender a los condicionamientos sociales e institucionales que los atraviesan. Esta tendencia a psicologizar o etiquetar lo que no funciona deja invisibilizadas las causas estructurales que afectan las trayectorias escolares, y desplaza la responsabilidad a los cuerpos de quienes más sufren las consecuencias de la desigualdad.
En paralelo, se recuperan experiencias que exploran el modo en que las representaciones sociales influyen en las decisiones pedagógicas, especialmente al momento de trabajar con poblaciones en situación de vulnerabilidad. Las percepciones que docentes y directivos tienen sobre ciertos sectores sociales condicionan no sólo el vínculo con los estudiantes, sino también la forma de intervenir ante conflictos, de diseñar estrategias de enseñanza o de entender qué significa aprender.
Otro de los núcleos abordados por las investigaciones es el que se centra en la vida profesional de quienes enseñan en contextos adversos, como zonas rurales, escuelas de montaña o periferias urbanas. En estos territorios, educar implica mucho más que transmitir contenidos: es también acompañar, sostener, mediar y, muchas veces, ser el único rostro del Estado presente.
Las investigaciones recuperan cómo los docentes resignifican su tarea en medio de condiciones difíciles, revelando tanto el compromiso como el agotamiento emocional, la falta de reconocimiento y la soledad institucional.
Finalmente, se problematiza cómo los sujetos que atraviesan procesos de formación para el trabajo valoran sus trayectorias educativas. Lejos de entender la capacitación sólo como acceso a competencias técnicas, se analizan las expectativas, tensiones y sentidos que se juegan cuando se intenta ingresar a un mercado laboral restrictivo y en permanente transformación.
En conjunto, los estudios reunidos coinciden en señalar que la escuela es hoy una institución desbordada, interpelada y en transformación. Exigida por múltiples frentes, muchas veces sin los recursos necesarios, sigue siendo un lugar donde se pueden construir lazos, sentido y posibilidad. Pero para eso, es necesario repensar desde sus vínculos, desde su relación con la comunidad, y desde el reconocimiento del carácter situado, social y político de la educación.
El IX Congreso Internacional de Psicología del Tucumán se presenta así como un espacio clave para volver a mirar la escuela con otros ojos. No desde la nostalgia, sino desde el compromiso colectivo con una educación más democrática y justa.