El VIII Congreso internacional de Psicología llega en un momento bisagra para nuestra ciencia, no solo por el fin de la pandemia sino también porque nuestras prácticas se modificaron en todos sus ámbitos. Lo que pensábamos como prácticas imposibles, tuvimos que repensarlas, e incrementar nuestro “saber hacer” ante los desafíos que nos propuso la pandemia. Pero decíamos que no solo fue una bisagra por esta dificultad que atravesó a la humanidad, sino también lo es por el momento en que se encuentra nuestra episteme: dislocada ante los discursos actuales. Basta considerar el nuevo paradigma de derecho que al ampliar el horizonte del sujeto, hace necesario que consideremos las implicaciones subjetivas que el mismo ha producido. Nuevas identidades, nuevas subjetividades pueden hacernos caer en la ilusión de que somos amos, e ignorar lo que ya en el siglo XX Freud había denunciado como “la impostura del yo” (con el engaño y la falsedad que ello implica) y, sin embargo, un siglo después volvemos a caer y creer en su empoderamiento.
Las transformaciones en el mundo contemporáneo han impactado en la subjetividad de un modo innegable. Puso a trabajar a filósofos, antropólogos, sociólogos, entre otros, para ayudar a pensar su impacto. Hoy toca a la Psicología aportar desde su especificidad los efectos de estas transformaciones. No solo desde las nuevas envolturas del sufrimiento y sus manifestaciones, sino también desde las nuevas formas del lazo social que emergieron y lo que las mismas han potenciado. Así pues en este Congreso esperamos compartir y dialogar con especialistas el que hacer de la Psicología en sus múltiples y diversos ámbitos frente a las nuevas prácticas, demandas y subjetividades.
Conscientes de la importancia del intercambio de discursos entre los diversos campos que integran nuestra disciplina nos complacemos en invitarlos a participar a través de su asistencia y producción científica.
Los/as esperamos.